jueves, 9 de febrero de 2012

La conducción con nieve o hielo obliga a duplicar la precaución al volante

Foto de dreamstime.com bajo licencia RF LL.


Ante la previsión de nevadas y fuertes heladas durante los próximos días, la Associació d’Autoescoles-PIMEM reproduce los consejos de la Confederación Nacional de Autoescuelas ante este tipo de situaciones.


Estado del conductor :

En esta época del año, además del exceso de velocidad y las distracciones al volante, cobran especial protagonismo otros agentes como desencadenantes de los accidentes de tráfico: la ingesta de medicamentos, el cansancio, la somnolencia, el estrés, las preocupaciones, el alcohol y las drogas.

El conductor es responsable del 70-90% de los accidentes de tráfico. La conducción en condiciones meteorológicas adversas aumenta exponencialmente el cansancio del conductor. Es decir, si en condiciones normales un conductor se fatiga al recorrer 200 km., probablemente si conduce mientras nieva estará agotado al recorrer 50 km.
  
No conducir si no es absolutamente imprescindible:

A la hora de conducir sobre nieve o hielo es muy difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades, por lo que el consejo principal es no utilizar el vehículo salvo que sea estrictamente necesario.

1. Este tipo de conducción requiere que todas las maniobras se realicen de manera progresiva y sin brusquedades, con mayor suavidad.

2. Es preciso poner especial atención al alumbrado que hay que emplear en estos casos. En caso de nevada, al menos la luz de posición y cruce y, si dispone, es aconsejable encender la luz antiniebla delantera. En caso de fuerte nevada, es obligatorio encender la luz antiniebla trasera.

3. Al conducir cuando hay mucha nieve, es recomendable circular por las roderas que haya dejado otro vehículo y circular a poca velocidad de forma constante.

4. Si hay poca nieve, es preferible no circular por las roderas sino junto a ellas.

5.Utilizar el freno motor. Hay que levantar el pie del acelerador, pero no reducir bruscamente de marcha.

Estado del vehículo y consejos normativos:

El vehículo debe estar en perfectas condiciones de mantenimiento mecánico sea cual sea la época del año, pero es recomendable resaltar algunos consejos de mantenimiento que se ajusten a la meteorología invernal.

El nivel de líquido refrigerante siempre debe estar entre el mínimo y el máximo del vaso de expansión. Es importante rellenar el vaso con líquido refrigerante que, además, posea un grado de congelación adecuado al lugar donde vayamos a estacionar el vehículo.

Una meteorología adversa aumenta la importancia del estado de los neumáticos. Garantizar un  buen nivel de agarre para todo tipo de situaciones y vigilar el desgaste de las ruedas es indispensable para certificar su buen funcionamiento.

Revisar el estado del limpiaparabrisas – y el líquido lavaparabrisas-, del aceite lubricante y las lámparas y bombillas del vehículo ayuda a prevenir accidentes.

Por último, no hay que olvidar que los automóviles no circulan solos. En este tipo de situaciones, la posición en la calzada y los límites de velocidad duplican su importancia a la hora de circular.

Más información en la guía práctica de conducción invernal de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) 

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